La estevia, a las puertas de su uso como edulcorante
A su intenso sabor dulce se suman potenciales cualidades en el control de la glucemia y la hipertensión arterial, si bien se requieren mayores evidencias
La estevia, una planta de la misma familia que el girasol y la achicoria, es un cultivo original de América del Sur, en particular, de Brasil y Paraguay. Los pobladores indígenas conocedores del intenso dulzor del extracto que se obtiene de las hojas de la planta, a la que llaman hoja de miel, la usan para endulzar comidas, infusiones y bebidas como el mate. El interés que ha mostrado la industria alimentaria y farmacéutica por la estevia se basa, además de en su poder edulcorante y sin calorías, en las potenciales propiedades saludables en el control de la glucemia y la hipertensión arterial. Así consta en los estudios preliminares realizados sobre los principios activos de la planta, los glucósidos de esteviol, si bien el número de investigaciones en humanos es todavía escaso como para dar los resultados por concluyentes.
• Por MAITE ZUDAIRE
• Última actualización: 26 de junio de 2011
Sustituto de azúcares
El intenso y marcado sabor dulce de la estevia («Stevia rebaudiana Bertoni», por el apellido de su descubridor, el biólogo botánico Moisés S. Bertoni) se debe a los glucósidos de esteviol, identificados siete en total (esteviósido, rebaudiósido A, rebaudiósido C, dulcósido A, rubusósido, esteviolbiósido, rebaudiósido B). De su análisis bromatológico se desprende que estos compuestos son entre 250 y 300 veces más dulces que la sacarosa (azúcar común), con la ventaja de que no aportan calorías ni son cariogénicos.
Otro valor añadido de la estevia es que es un edulcorante natural, que al no ser fuente de fenilalanina sirve como sustituto del aspartamo, un edulcorante tóxico para personas con fenilcetonuria, una enfermedad metabólica.
Los glucósidos de esteviol son entre 250 y 300 veces más dulces que el azúcar común
En diversos países del mundo, como Japón, Australia, Nueva Zelanda, China, Corea o Brasil, para los que el uso de la estevia (glucósidos de esteviol) como edulcorante está aprobado, se añade a conservas vegetales, salsas, bebidas, caramelos, chicles, yogures y helados, y en la industria farmacéutica, a pasta dental y enjuague bucal. Su adición a estos alimentos y bebidas dulces permite que proporcionen menos energía y se adapten a dietas de control de azúcares, como las recomendadas en caso de obesidad, diabetes, triglicéridos elevados y caries dental.
Control de la glucemia y la presión arterial
La última y más reciente, por el momento, revisión sistemática sobre las propiedades y la eficacia de la estevia en seres humanos basada en la evidencia realizada por el Natural Standard Research Collaboration centra sus resultados en el efecto de la planta en la hipertensión y la hiperglucemia.
Se detecta un efecto reductor de la hipertensión moderada, tras un consumo durante meses o años, y una cantidad considerable de principio activo
El extracto de la planta de estevia se utiliza desde hace tiempo en países de América del Sur para el tratamiento de la diabetes. La reciente revisión incluye la evaluación de dos estudios realizados a largo plazo (1 y 2 años de duración, respectivamente) que comprueban que la estevia (una cantidad considerable de principio activo, de 750 mg/día a 1.500 mg/día de esteviósido) puede ser eficaz en la reducción de la presión arterial en pacientes hipertensos, si bien los datos de estudios más cortos (1-3 meses de duración) no apoyan estos resultados.
En relación con la glucemia, un par de estudios pequeños informan de resultados positivos con respecto a la tolerancia a la glucosa y la respuesta a la glucemia, aunque el rigor metodológico de estos experimentos se considera relativamente bajo, lo cual limita la fuerza de estos resultados. Por ello debe ampliarse la investigación en ambas indicaciones.
ESTEVIA COMO EDULCORANTE SEGURO
El Natural Standard Research Collaboration informa de la situación actual para el uso de la estevia (en concreto los glucósidos de esteviol, los principios activos con mayor poder edulcorante de la planta), como edulcorante añadido a alimentos y bebidas.
El Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) concluyó en junio de 2008 que los glucósidos de esteviol son seguros para su uso en alimentos y bebidas y estableció una ingesta diaria admisible (IDA) de 4 miligramos por kilo de peso corporal (expresado como esteviol). Esta cantidad equivale a una dosis diaria máxima de hasta 240 miligramos para una mujer de 60 kg o 280 miligramos para un hombre de 70 kilos. El JECFA estableció las especificaciones de identidad y pureza de los glucósidos de esteviol con un contenido mínimo del 95% de la suma de los siete principios activos.
En Europa. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha realizado una evaluación general de seguridad para la aprobación de la estevia como edulcorante en los alimentos y para su uso como potenciador del sabor. En abril de 2010, la EFSA publicó un dictamen científico positivo y estableció la IDA propuesta por el JECFA, de 4 miligramos por kilo de peso de esteviol. En el momento actual, la Comisión Europea redacta la legislación para la autorización y puesta en el mercado europeo de este edulcorante. El siguiente paso será la actualización de la directiva europea sobre aditivos para incluir este nuevo edulcorante. En Francia, la Agencia francesa de seguridad alimentaria (ANSES) evaluó el rebaudiósido A y dio una evaluación de seguridad positiva. En septiembre de 2009, Francia autorizó el uso de rebaudiósido A como edulcorante en el ámbito nacional durante un período transitorio hasta el establecimiento del anexo de la nueva regulación de los aditivos en el marco de la UE que se espera para 2011. Con base en la evaluación del JECFA 2008, Suiza ha decidido autorizar de forma provisional el uso de productos que contengan glucósidos de esteviol, en cumplimiento de las especificaciones del JECFA.
En Estados Unidos. En diciembre de 2008, la Food and Drug Administration (FDA) aceptó que el uso de la estevia con un mínimo del 95% rebaudiósido A es seguro (GRAS, Generally Recognized as Safe (GRAS) como edulcorante en alimentos y bebidas.
En el resto del mundo. Australia y Nueva Zelanda aprobaron el uso de glucósidos de esteviol de acuerdo con el JECFA en 2008, en un rango definido de aplicaciones en alimentos. En Japón, China, Corea y Brasil, entre otros países, los glucósidos de esteviol se consideran componentes naturales de alimentos y, como tales, están aceptados para su uso alimentario.
Los pros y contras del aspartamo
Los numerosos estudios sobre el aspartamo, un aditivo edulcorante, concluyen que es inocuo para los usos a los que está destinado
El aspartamo es una sustancia química con un enorme poder edulcorante. Es unas doscientas veces más dulce que el azúcar convencional, pero apenas aporta calorías. En la actualidad, es uno de los edulcorantes más utilizados en todo el mundo y forma parte de alimentos como bebidas, dulces, postres, derivados lácteos, chicles, productos dietéticos y edulcorante de mesa, entre otros. En los últimos treinta años, el aspartamo ha estado sujeto a una gran cantidad de estudios para determinar su seguridad como aditivo alimentario. Todos han concluido que es inocuo para los usos a los que está destinado.
A raíz de diversas publicaciones científicas sobre posibles nuevos efectos adversos, persiste la preocupación pública sobre la inocuidad del aspartamo, promovida en muchos casos por las falsas publicaciones que circulan sobre este aditivo. Consciente de ello, en mayo de 2010, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) convocó su Foro Consultivo, integrado por miembros de las distintas agencias nacionales, para valorar qué hacer al respecto. Este grupo de expertos confirmó durante el año pasado la validez de todos los dictámenes publicados por la EFSA sobre la inocuidad del aditivo, aunque no descartó que su consumo pueda conllevar algunos efectos adversos, como alergia, trastornos intestinales o pérdida de memoria.
En este mismo camino, la Agencia Británica de Normas Alimentarias (FSA) ha decidido llevar a cabo un ensayo clínico para investigar las posibles reacciones de sensibilidad al aspartamo que declaran algunas personas cuando consumen alimentos que lo contienen. Este estudio, aún en marcha, verifica reacciones adversas y podría servir para orientar nuevos estudios toxicológicos del aspartamo. La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria francesa (ANSES) también trabaja en un estudio acerca del riesgo y beneficio nutricional de los edulcorantes autorizados, con el fin de elaborar recomendaciones para los grupos vulnerables.
¿Es inocuo el aspartamo?
La última evaluación del aspartamo data del año 2000 y la elaboró el Comité Mixto en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la FAO/OMS. El Comité estableció en la evaluación del año 1980 una ingesta diaria admisible de 0-40mg/kg de peso corporal y día. Este dato se estimó a partir de la dosis que no causa efectos adversos detectables (NOAEL). El Comité declaró que no hay datos que demuestren que el aspartamo sea cancerígeno. Añadió que también se evaluaron varios estudios realizados a diferentes grupos de población, como personas adultas, adolescentes, personas obesas o diabéticos, y en ninguno se hallaron datos de efectos toxicológicos significativos. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y su predecesor, el Comité Científico de Alimentación (SCF), confirmaron durante los años 1984, 1988, 1997, 2002, 2006 y 2009 la seguridad e inocuidad del aspartamo como aditivo alimentario. Este grupo de científicos, por tanto, concluyó que no hay necesidad de revisar la ingesta diaria admisible de este aditivo.
Varios estudios realizados en años distintos han demostrado la seguridad e inocuidad del aspartamo como aditivo alimentario
Sin embargo, durante el año 2010 se publicaron dos estudios que no aportaban los mismos datos. Uno se centraba en su efecto cancerígeno en ratones, realizado por el Instituto Ramazzini de Bolonia (Italia), y el otro es un estudio epidemiológico acerca de la asociación entre el consumo de bebidas carbonatadas que contienen edulcorantes y un aumento de la frecuencia en los partos prematuros, llevado a cabo por expertos daneses.
El primer estudio indica un notable aumento de la incidencia de tumores hepáticos y pulmonares en los ratones machos, pero para la EFSA estos datos no permiten afirmar que el aspartamo sea cancerígeno. Critica la metodología del estudio y argumenta que no sigue los protocolos establecidos y que los ratones utilizados en el experimento tenían una elevada tasa de tumores pulmonares y hepáticos espontáneos.
En el segundo estudio, se evalúa la relación entre el consumo de bebidas refrescantes y los partos prematuros, ya que es un hecho real. En esta ocasión, la EFSA considera que el estudio está bien elaborado, pero añade que solo permite establecer una asociación entre el consumo de edulcorantes de las bebidas y el riesgo de un parto prematuro, pero no lo considera una relación causal. Defiende la hipótesis de que el metanol que contiene el aspartamo puede provocar una hipertensión en la madre y añade que en la mayoría de los casos las bebidas refrescantes llevan en su composición más de un aditivo, con lo que no se puede señalar al aspartamo como el único causante directo.
Su composición química
El aspartamo está compuesto por el ácido L-apspartico y el L-fenilalanina y un grupo metilo. Durante la digestión, una hidrólisis lo rompe y se liberan los dos aminoácidos en forma de metanol. Este se absorbe y pasa al torrente sanguíneo. La fenilalanina es uno de los denominados aminoácidos esenciales, es decir, que el cuerpo no puede fabricar y los debe obtener de los alimentos. El ácido aspártico no es un aminoácido esencial, ya que el cuerpo lo puede fabricar a partir de otros aminoácidos. No obstante, estas no son razones de peso, puesto que un vaso de leche contiene seis veces más fenilalanina y trece veces más ácido aspártico que un vaso de refresco edulcorado.
La fruta madura, los zumos de fruta y las legumbres contienen pequeñas cantidades de metanol o de sustancias que, igual que el aspartamo, se convierten en metanol durante la digestión. En definitiva, el aspartamo resulta ser un aditivo prescindible en cuanto a composición química.
LA ALTERNATIVA NATURAL
En ocasiones, el aspartamo se conoce como «el dulce veneno». Como alternativa a este confuso aditivo, se ha desarrollado la «dulce revolución». En la naturaleza se forma la «Stevia rebaudiana», una hierba originaria de Paraguay que ya se cultiva en casi todo el mundo. La estevia es un edulcorante natural y acalórico, con una potencia 300 veces superior al azúcar de mesa. Su poder edulcorante se debe a sus principios activos no fermentativos, denominados esteviósidos. Este vegetal tiene propiedades medicinales, como antiácida, diurética, digestiva, antibacteriana bucal, hipoglucemiante (disminuye el nivel de azúcar en sangre) e hipotensora (disminuye la tensión arterial). Es recomendable tomarla como infusión por sus efectos medicinales y, como sustitutivo del azúcar convencional o de los edulcorantes sintéticos, se consume también en formato líquido o en polvo.